Ha empoderado a los estudiantes para convertirse en participantes más comprometidos y activos en su educación.

Permitió a los maestros inspirar a sus alumnos mediante el diseño de planes de lecciones dinámicos e interactivos.

Ayudó a estudiantes individuales a identificar su propio estilo de aprendizaje para aumentar la productividad personal.

Mejoró el proceso de comunicación e intercambio para promover grupos de aprendizaje efectivos.

Desarrollaron usuarios de tecnología hábiles y exitosos.

Estudiantes desarrollados que demuestren el uso más efectivo, apropiado y ético de las herramientas tecnológicas.

Proporcionó el mismo acceso a las herramientas tecnológicas a todos los estudiantes.

Facilitó el proceso de asignación y envío de tareas para que se dedique más tiempo de clase al proceso de aprendizaje y ayudó a reducir aún más el desperdicio de papel.

Aumento de la creatividad individual y del entusiasmo por aprender.

Redujo significativamente la carga de la "mochila de 50 libras".